Politicas e instrumentos de apoyo a MIPYMEs en Centroamerica

Según un estudio realizado por la CEPAL (entre el 2016 y el 2018) y que se debe mantener vigente en general, los principales instrumentos de la agenda estratégica de apoyo a las mipymes en los paises de la región SICA (Sistema de integración centroamericano) son los siguientes:

 

1. Subsidios fiscales

2. Facilidades en los procesos de formalización

3. Programas de proveedores y compras públicas

4. Centros de formación y asesoramiento a las
mipymes

5. Promoción del emprendimiento

6. Articulación productiva

7. Programas de promoción del comercio exterior
de las mipymes

8. Gestión de la información

9. Programas de financiamiento

La capacidad de los gobiernos para diseñar y ejecutar así como la disponibilidad de recursos presupuestarios determina la cantidad de estos instrumentos que se pueden llevar a cabo al mismo tiempo. Además es necesario entender que el apoyo al sector mipyme ocupa aún un rol secundario en las estrategias y políticas de desarrollo regional.

En general se aprecia que el grupo de países de mayor nivel de desarrollo relativo en la región SICA (Belice, República Dominicana, Costa Rica y Panamá) pueden abordar políticas con un enfoque más amplio. Los más comunes son los relacionados con los registros, subsidios y acceso a servicios y financiamiento (normalmente solo crediticio) para facilitar el apoyo a las mipymes.

El reto para el propio sector de mipymes serà su capacidad de gestionar la escasez de recursos ante necesidades crecientes y asi responder con mayor intensidad a la dualidad de actores y objetivos propia del sector: pymes vs microempresas y emprendedores por subsistencia o necesidad vs. emprededores por oportunidad.

Cuando se habla de mipymes, se habla de un grupo de empresas compuesto por micro empresas, pequeñas empresas y empresas medianas. En este grupo, el subgrupo o segmento más grande es el de las micro empresas, seguido por las pequeñas y por último las medianas. Los porcentajes pueden variar según el país, pero normalmente se observa que el segmento de las microempresas oscila entre el 90% y el 95% del total de mipymes, el de pequeñas empresas puede oscilar entre 3% y 4% y el de medianas empresas menor al 1%.

Si se aplica la lógica de las mayorías, se puede pensar que es mejor concentrarse en apoyar o ´favorecer´ el segmento más populoso de microempresas, pero este es el que menor potencial de desarrollo tiene por la bajísma productividad que le caracteriza y la pobre cultura empresarial existente porque este segmento está constituido de forma mayoritaria por varias empresas unicelulares en las que el dueño es al mismo tiempo el único trabajador y a este tipo de unidades productivas se les tendria que dedicar muchísimos más recursos y tiempo para desarrollarlas.

Los esfuerzos públicos para apoyar al sector, sin descuidar al segmento dominante, deben enfocar esfuerzos y recursos en apoyar al segmento de PYMEs que son las que tienen mayor productivad y cultura empresarial para dar el salto que las consolide como proveedores confiables de bienes y servicios y también generadores de empleo.

En el tema de emprendedores por subsistencia o necesidad vs. emprendedores por oportunidad, también es importante entender en qué grupo se deben concentrar esfuerzos y recursos públicos. En los países en desarrollo, la mayoria de los emprendimientos surgen de la necesidad porque se deben generar ingresos de forma urgente ya sea porque no se tiene empleo o porque se perdió un empleo. La mayor presencia del emprendimiento por subsistencia o necesidad también podría ayudar a explicar el alto nivel de informalidad empresarial que existe en países en desarrollo. Por el contrario, los emprendimientos por oportunidad, surgen del análisis más serio, más prolongado y de la búsqueda adecuada de recursos para hacerle frente de forma innovadora a oportunidades que nadie o la mayoría no ve.

Los emprendimientos por oportunidad son necesariamente innovadores según la definición de Peter Drucker, no porque sean intensivos en el uso de tecnología, que pueden serlo también, sino sobre todo esencialmente porque identifican de manera original nuevas oportunidades de mercado y negocios que han sido ignorados o despreciados por los competidores.

Las políticas públicas deben concentrase en el grupo de pequeñas y medianas empresas y en emprendimientos por oportunidad y los mejores instrumentos para ayudarles a crecer y generar circulos virtuosos son:

-Fortalecimiento de la competitividad interna a nivel nacional mejorando factores de producción como la educación y la infraestructura y reduciendo barreras públicas e institucionales al ingreso y crecimiento de nuevas empresas. Las barreras públicas a eliminar pueden incluir entre otras: excesivos trámites para la creación y registro de una nueva empresa, reducción de impuestos o un régimen fiscal especial para las empresas en su primer y segundo año de vida mientras desarrollan sus mercados y mejoran sus operaciones, etc.

-Mecanismos de financiamiento para nuevas empresas y empresas en crecimiento que incluyen a inversores ángeles y fondos de capital de riesgo y privado. Mucho se habla del tema de la inclusión financiera refiriendo el acceso al crédito bancario y no bancario como único medio para apoyar al sector empresarial, pero lo cierto es que la oferta de crédito bancario y no bancario normalmente está regulado y por eso no apoyan a los nuevos emprendedores porque son una fuente de altísimo riesgo y para el crecimiento de empresas establecidas imponen un costo fijo relativamente alto que puede ser eliminado por la existencia de fondos de inversión que toman parte de la propiedad de la empresa pero a cambio aportan activamente dirección estratégica y operativa.

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