En un estudio comparativo del desarrollo del capital de riesgo en América Latina y el Caribe, sus autores Ernesto H. Stein y Rodrigo A. Wagner, presentan datos y perspectivas que nos muestran la realidad y tendencias de un tipo de financiamiento indispensable para el desarrollo de emprendimientos innovadores.
La tensión fundamental en las finanzas corporativas proviene de la interacción de dos fuerzas. En primer lugar, un empresario debería crear productos innovadores y diferenciados que generen nuevo valor, de lo contrario es poco probable que la empresa obtenga cuotas de mercado o incluso que pueda crear nuevos mercados. En segundo lugar, el empresario tiene que ser capaz de garantizar de forma creíble a un inversionista externo una fracción del valor creado por esos nuevos productos o servicios, con el fin de obtener financiamiento externo.
El problema surge porque cuanto más diferenciado y menos conocido sea el producto o servicio ofrecido, más difícil será garantizar de manera creíble los ingresos del proyecto a un tercero que financia pero no controla. Ello crea limitaciones para los nuevos tipos de tecnología, porque los proyectos que son potencialmente rentables pueden no recibir financiamiento debido a ese problema de credibilidad, conocido también como problema de ´prendabilidad´, referente a la capacidad de ofrecer garantías por parte de los emprendedores o empresarios.
El financiamiento crediticio resuelve el problema de la ´prendabilidad´ reduciendo sus riesgos considerablemente al ofrecer crédito los bancos y otras instituciones financieras solo a empresas con un tiempo mínimo de al menos un año en el mercado, tiempo considerado suficiente para demostrar que existe demanda por sus productos y servicios y que su flujo de caja es al menos estable e incluso con perspectivas de mejora. Sumado a esto, incluso a estas unidades empresariales ya ´estables´, se les pide garantías reales (muebles o inmuebles) cuyo valor mínimo debe ser 1.5 veces el valor del crédito. Si a esta situación, le agregamos que en los sistemas judiciales de la mayoría de los países, los acreedores como Bancos y otras instituciones financieras gozan de privilegios, protección y derechos sobre los activos de una empresa que ha recibido sus créditos si esta empresa llegara a caer en situación de quiebra o liquidación de sus activos, podemos entender las razones por las cuales existe una alta concentración de financiamiento en la forma de crédito, porque sencillamente los riesgos son mucho menores y mucho más controlados que en el caso del capital de riesgo.
El capital de riesgo es la oferta de financiamiento por parte de fondos, empresas especializadas o incluso personas naturales a otras empresas pequeñas y medianas, pero a cambio de ello, los oferentes obtienen participación accionaria en la propiedad de la empresa financiada y a mediano plazo esperan vender su inversión ya sea a inversores de capital privado ( fondos de inversión en empresas maduras), a la empresa beneficiada misma o a través de una salida a bolsa de valores para conseguir un retorno sobre la inversión inicial (rentabilidad esperada del 25 al 35%).
En América Latina, para promover el crecimiento de la industria de capital de riesgo, el CFI (Corporación Financiera Internacional) del Banco Mundial y el FOMIN (Fondo Multilateral de Inversiones del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) han invertido como pioneros o promotores del capital de riesgo actuando como socios limitados.
La obtención de datos de la situación actual de la industria de capital de riesgo en América Latina se vuelve complicada porque las inversiones de capital de riesgo no se hacen en sociedades anónimas que cotizan en bolsa.
La inversión de capital de riesgo en América Latina se sitúa debajo del promedio mundial entre 0.01% y el 0.04% del PIB (Producto Interno Bruto), mientras que en Estados Unidos equivale al 0.18% del PIB.
La relación capital riesgo-PIB en la región se sitúa muy por debajo de la de las regiones donde están ubicadas China y la India, a pesar que esas regiones presentan menores niveles de ingresos per cápita.
En un estudio de fuentes de financiamiento empresarial en Argentina, se concluyó que se necesita en promedio más dinero para que el empresario argentino inicie una nueva empresa que para sus homólogos en Estados Unidos. Esta situación puede tener muchas explicaciones desde la mayor carga fiscal que enfrenta el empresario argentino hasta la mayor necesidad de inversiones para compensar las bajas inversiones públicas de gobiernos cuyo presupuesto general tiene un mayor componente de gastos corrientes (salarios y prestaciones) que de gastos de capital (inversiones o formación bruta de capital fijo).
Al revisar datos de tasas de crecimiento tendencial del capital de riesgo en varias regiones entre 2005 y 2011, según Thomson Reuters, se observó que América Latina y el Caribe se encuentra claramente entre las regiones donde las inversiones de capital de riesgo están creciendo más rápidamente, junto con el África Subsahariana.
En América Latina y el Caribe el valor de las inversiones de capital de riesgo creció a una tasa anual de 31.2% muy por encima del 9,7% de Asia Oriental y el Pacifico (Incluida China) y del 7.6% anual de Asia Meridional, incluida la India. En las regiones desarrolladas, los niveles se mantuvieron prácticamente constantes.
A continuación se presenta un resumen de las características de las inversiones de capital de riesgo en América Latina y el Caribe, en comparación con las de otras regiones, especialmente las grandes economías asiáticas como China y la India:
1. Los sectores de alta tecnología representan una menor participación en las inversiones de capital de riesgo en América Latina.
La proporción de proyectos en los sectores de alta tecnología es menor en América Latina y el Caribe que en los países de altos ingresos, siendo también menor que los de Asia oriental y el Pacifico (principalmente China).
En general, aproximadamente la mitad de las inversiones iniciales en la región se realizan en empresas de alta tecnología, en comparación con el 75% en Asia Oriental (cifra que es casi la misma que la de las naciones desarrolladas) y el 60% en Asia Meridional.
Solo las empresas de alta tecnología de la región de Europa Oriental y Asia Central (compuestas en su mayoría por países de la antigua Unión Soviética) reciben tan poca inversión como las de América Latina., mientras que las de África Subsahariana se encuentran en el último lugar de la clasificación, con alrededor del 10%.
En general, cuanto más rico es el país, mayores tienden a ser las inversiones de capital de riesgo.
2. Las inversiones de capital de riesgo en América Latina son mayores en promedio que en regiones comparables
Las inversiones en capital de riesgo en la etapa inicial son mayores en América Latina y el Caribe que en las regiones desarrolladas y en muchas otras regiones de ingresos no elevados, con excepción de Asia Oriental y el Pacífico, donde predomina China.
El análisis revela que la mayor parte de la diferencia para América Latina se debe a las grandes inversiones en sectores no tecnológicos, que suben el promedio del monto en cada transacción al requerir mayores inversiones en activos fijos o tangibles.
3. En América Latina y el Caribe, los inversionistas extranjeros de capital de riesgo invierten mayores cantidades por ronda que los nacionales.
La inversión en América Latina no parece estar especialmente sesgada hacia las empresas extranjeras.
Las empresas extranjeras de capital de riesgo representan una proporción de inversión similar en la región de Asia Oriental y el Pacífico (incluida China) que en América Latina y el Caribe.
La inversión en la región de Asia Meridional, que incluye a la India, se divide aproximadamente al 50% entre los inversionistas de capital de riesgo nacional y extranjero. Esto representa casi el doble de la proporción de la inversión extranjera en capital de riesgo que en Asia Oriental y el Pacifico o en América Latina y el Caribe.
4. Los inversionistas de capital de riesgo que invierten en América Latina tienen menos experiencias que los de regiones comparables.
En promedio, las empresas de capital de riesgo que invierten en América Latina han venido operando durante 12 años, en marcado contraste con todas las demás regiones, donde en promedio, las empresas tienen entre 18 y 20 años de experiencia. La única excepción es el África Subsahariana, donde las empresas de capital de riesgo son aún más nuevas.
Las empresas latinoamericanas de capital de riesgo sufren de un problema similar al señalado por HsieH y Klenow (2014), quienes muestran que la mayoría de los empleos en la industria manufacturera de Estados Unidos son creados por empresas con una historia más larga y probablemente con más capital organizacional que las empresas en México.
5. Las inversiones de capital de riesgo en América Latina y el Caribe son sumamente pro cíclica
En América Latina, las inversiones de capital de riesgo posteriores al año 2000, parecen ser muy pro-cíclicas con un coeficiente de 19. Esto significa que, en promedio, cuando la economía en su conjunto crece un 1% más rápido que el promedio, entonces los dólares de capital de riesgo invertidos en el país, crecen un 19% más que el promedio.
La inversión es pro-cíclica, pero hay datos que muestran que el capital de riesgo es significativamente más pro-cíclico que la inversión macroeconómica en general. Según estos datos, el capital de riesgo es 3 veces más pro-cíclico que la inversión macroeconómica o la formación bruta de capital fijo. Este fenómeno es particularmente mayor en América Latina con respecto a otras regiones del mundo.
El patrón latinoamericano de inversión en capital riesgo está altamente correlacionado con el ciclo económico nacional. En un contexto de crecimiento económico volátil, esta pro-ciclicidad es una complicación adicional para las empresas que desean especializarse en capital de riesgo, ya que en tiempos difíciles la inversión de este tipo se retira mucho más rápidamente de un país latinoamericano que de un país promedio en el resto del mundo.
¿El capital de riesgo aparece a la caza de nuevas ideas o simplemente sigue el del desarrollo financiero?
Se identificaron variables que explican las diferencias en el desarrollo del capital de riesgo entre los países. Se dividió los factores explicativos en tres grupos.
Una categoría consiste en la demanda de capital de riesgo derivada de las ideas científicas y tecnológicas, representada por las publicaciones de artículos científicos y las solicitudes de patentes en determinado país.
La segunda categoría contiene un indicador estándar de desarrollo financiero medido como capitalización bursátil en relación con el PIB (producto interno bruto). Este último mide la disponibilidad de fondos o suministro de financiamiento, no necesariamente para el capital de riesgo, sino sobre todo para el sector privado de grandes empresas con cierto nivel de madurez en distintas industrias.
La tercera categoría mide el tamaño del país o mercado (PIB) relacionándolo tanto con el ingreso per cápita como con el tamaño de la población.
Los resultados identificaron la relevancia de las ideas técnicas y científicas como predictores del desarrollo del capital de riesgo, es decir, si no existe creatividad, pensamiento innovador, espíritu de búsqueda y análisis científico en una sociedad, es casi imposible que existan personas o grupos interesados en ofrecer capital de riesgo para determinados emprendimientos porque estos no tienen un perfil innovador.
La categoría de mercado se ha identificado como un factor incluso más importante al hacer posible que ciertas ideas empresariales tengan mayor probabilidad de éxito en mercados enormes como el de Estados Unidos y China. El tema de la integración latinoamericana que permita un solo bloque o distintos bloques con mercados mucho más grandes para cada país integrante es un gran desafío pendiente para apoyar el desarrollo del capital de riesgo que contribuiría a grandes aumentos de productividad y de mejores condiciones sociales en la región.
Conclusiones
Las inversiones de capital de riesgo en América Latina y el Caribe están creciendo muy rápidamente, superando a casi todas las demás regiones del mundo, aunque partiendo de una base muy baja.
En general, los resultados presentados indican que América Latina se encuentra en una etapa temprana de desarrollo del capital de riesgo, aunque claramente con diferencias entre los distintos países de la región, en la que economías como la de Brasil, México, Chile y Colombia, deben disputarse el liderazgo regional.
Deja un comentario